Los sistemas agroforestales pueden brindar una amplia gama de servicios ecosistémicos: entre otros, servicios de apoyo (por ejemplo, polinización y ciclo del carbono); servicios de regulación (por ejemplo, protección contra el viento, mejor calidad del agua, control biológico de plagas y fijación del nitrógeno); y servicios de aprovisionamiento (por ejemplo, productos alimentarios y no alimentarios para el consumo en el hogar y para generar ingresos). Si están bien diseñados y manejados, los sistemas agroforestales pueden ayudar a restaurar los ecosistemas y contribuir a la conservación de la biodiversidad y a la adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos. En los siguientes párrafos nos centraremos en tres de los servicios ecosistémicos más importantes ofrecidos por la agroforestería: aumento de la productividad del suelo, mejor control de la erosión y mayor disponibilidad de agua.